Alianza de Camuy

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La Hora del Café

Mientras percibo el olor del delicioso café que despierta todos los sentidos, se taladra en mi mente un cautivador pensamiento digno de reflexión.

Mientras emprendemos un nuevo año, sin dudas, con grandes expectativas, aveces el afán desmedido en alcanzar gloriosas metas y ser de gran influencia a otros, nos descarrila de la vía principal; conocer mejor a Dios. Jesús, siendo quien era, nunca tuvo ese dilema y antes de realizar cualquier gestión, se encontraba primero con su Padre (Mr. 1:35), para tener una relación íntima con él y luego recibir instrucciones.

Servir a Dios es un inmerecido honor, pero hablar con ÉL, una apremiante necesidad. Nada puede sustituir al diálogo con aquel a quien representamos. Al estar junto a Él, su presencia lo envuelve todo, y todo lo afecta para bien. Por tanto, cuida más la relación con Dios que la exposición a las personas. Cuanto más aumenta tu actividad, más tendrás que cuidar tu intimidad con el Señor. El misterio de la verdadera influencia está en el secreto de la comunión con Dios. Nada es más importante como vivir cerca de Él; nada.

Termino citando al evangelista británico, Oswald Chambers; “Los obreros cristianos fracasan porque ponen su deseo de santidad personal por encima del deseo de conocer a Dios”.

#LaHoraDelCafé